LA BEATIFICACIÓN

EL DOMINGO 19 DE OCTUBRE DE 2003, SU SANTIDAD EL PAPA JUAN PABLO II BEATIFICÓ A LA MADRE TERESA DE CALCUTA A PESAR DE SU PRECARIO ESTADO DE SALUD.

El Sábado 18 llovía sin parar, parecía que las Misioneras de la Caridad provenientes de la India se habían traido consigo el Monzón para que saludara a la nueva beata de Calcuta.

Parecía realmente imposible que el tiempo mejorara al día siguiente y todos temíamos una Misa y su espera "pasadas por agua", aunque en nuestra mente cabía la esperanza de que Dios no permitiría que se "agüara la fiesta" de la Santa de los Pobres y todos decíamos en alto:-Mañana seguro que hace sol-.

Amanecimos muy prontito para poder situarnos cerca del Papa en la Plaza de San Pedro, y como era de esperar, amanecimos con sol. Dios nos mandaba su calor desde el cielo, para que las Misioneras que habían dormido en tiendas de campaña en el Vaticano y los miles de fieles y admiradores de Madre Teresa que llevábamos 10 meses deseando que llegara ese día, pudiéramos disfrutar de la Fiesta de la Fé, de la Caridad y la Esperanza que se iba a celebrar ese día 19 en Roma.


La alegría estaba en el aire, a pesar del madrugón, todos presentíamos que iba a ser un viaje inolvidable.

La multitud multicolor que inundó el Vaticano, nos mostraba una vez más, la universalidad de la Iglesia y la capacidad de amor de la Madre Teresa a toda la Humanidad, estábamos rodeados de chinos, hindús, musulmanes; gente de todas las razas y creencias nos unimos el Domingo para estar con las Misioneras de la Caridad, con el Papa y con toda la Iglesia, para en la Eucaristia (palabra que significa Gracias) decir en el silencio de la oración:- GRACIAS-.

"El fruto del silencio es la oración..."decía Madre Teresa...A pesar de la multitud, el silencio reinaba en el ambiente, en el corazón de todos, porque la imagen del Papa cansado, sufriente y anciano nos conmovía. Él dice que no dejará de ser Papa porque "Jesucristo no se bajó de la Cruz"...Y efectivamente, ese ejemplo, esa perseverancia y ese Amor por Cristo, por la Iglesia y por la Humanidad, hizo que el Domingo disfrutáramos todos de la Fiesta del Amor, de la Caridad, de la Alegría.

Tras la fórmula de Beatificación leida, como pudo, por el Santo Pontífice, un rayo de sol iluminó la imagen que colgaba del balcón principal de San Pedro y apareció la imagen sonriente de la Beata Teresa de Calcuta. Todos nos quedamos impactados, emocionados, no dejaron de saltar lágrimas de emoción en hombres y mujeres, niños, ancianos, mendigos, curas, monjas...Todos sonreimos desde el corazón a la nueva Beata que con un rayo de sol nos saludaba desde el Cielo.

Nadie, absolutamente nadie quedó inmune a la emoción, el corazón dió un vuelco y el Santo Padre sonrió también a su querida amiga que le ha ayudado desde el Cielo en su Santa Misión de ser Luz para el mundo e imagen ejemplar de una vida de sencillez, humildad y fe, vivida desde el Evangelio y desde la Caridad.

El coro en la comunión entonó "Jesus is my Life" y todos nos volvimos a emocionar...Los bailes indios, las palabras de las Misioneras, la luz del Evangelio...Fue una verdadera fiesta para el corazón de todos los presentes, que no olvidaremos nunca la alegría que sentimos el 19 de Octubre durante la Celebración.

Después, no éramos los mismos...algo cambió y nos conmovió: el ejemplo una vez más, del Santo Padre y de las Misioneras de la Caridad, de Sister Nirmala y de sus Hermanas.

Por la tarde, los que nos quedamos hasta el Martes 21 pudimos volver a disfrutar de la grandeza de la obra y del carisma de la Beata Teresa de Calcuta cuando asistimos a la presentación del nuevo documental sobre la Madre Teresa de Calcuta realizado por Anne Petri : "The Legacy" , solo disponible en Internet a través de la Página: www.MotherTeresaFilm.com

Sinceramente es una obra de arte, muy didáctica, muy emocionante, un regalo maravilloso para todos los que en vida admiramos a la Madre Teresa y para los que tenemos inquietud en reflexionar sobre su carisma, su mensaje y su espiritualidad. Una vez más...la emoción estaba en el aire...

El Lunes acudimos a la Misa de acción de gracias por la Beatificación y presenciamos otro regalo de la Madre: sólo dejó de llover durante la comunión...paró cuando los sacerdotes se acercaron a los fieles y volvió a llover cuando terminar de repartir las sagradas formas ...

Estuvimos en la Audiencia con el Santo Padre, en la que recuperado del día anterior nos dió un último mensaje a todos los presentes:- Vuestra sonrisa es el mejor regalo, Id y sed luz de Cristo en el mundo-. No quiso dejar de leer su homenaje personal a la Beata Teresa de Calcuta y nos emocionó con su sencillez de sentimientos y su fuerza.

Terminamos los actos con los fuegos artificiales...pero todo acaba de comenzar...hemos vuelto a nuestra realidad y tenemos que "rebobinar" todo lo que ha pasado este fin de semana en el mundo, en nuestro corazón y en nuestra relación con Dios y con los demás. Tenemos una misión:- Ser luz para el mundo-. Testigos de la Fe, de la Caridad del que lo dió todo por Amor, de Aquél que no se quiso bajar de la Cruz para el bien de los hombres, para que llevemos la sencillez de la vida de la Fe, el amor a los hermanos más pobres de entre los pobres (nuestros vecinos, pobres de espíritu, y nuestros pobres de condición).

Todos somos pobres a los ojos de Dios, pero si intentamos seguir el espíritu de la Madre Teresa e impregnar en nuestra vida, en nuestro día a día y en nuestros actos, lo que hemos aprendido de la nueva Beata Teresa de Calcuta y de todas sus hermanas, seremos más felices y viviremos más en Paz con el mundo y con nosotros mismos, seamos todos testigos de la "Alegría de darse a los demás".

Que Dios bendiga a todas las Misioneras de la Caridad y las cuide siempre para que sigan siendo ejemplo para todos y Luz para el Mundo.



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