Amsterdam 2004: Ayuda a indigentes

 

En Amsterdam las Misioneras tienen una Casa donde acogen a mujeres y niños pequeños con problemas. En la misma Casa tienen un comedor donde sirven a diario (excepto los jueves) dos turnos de comidas a indigentes.

La Casa está situada en el centro de Amsterdam, en un barrio tranquilo y muy bonito, a 20 min. andando de la Estación Central y a 10 del mercado de las flores.


TRABAJO:

El trabajo es muy sencillo, consiste en ayudar a las Misioneras a preparar la comida y las mesas, recibir a los comensales, servir el almuerzo y recoger.

Los asistentes son muy variados, en su mayoría inmigrantes que llegan a Amsterdam buscando mejores oportunidades o aventureros que aterrizan en Holanda atraídos por su propaganda de sexo y drogas. Holandeses hay muy pocos, españoles algunos. En cualquier caso todos necesitan cariño y encontrarse con alguien que les sonría y les escuche, y eso es lo que allí puedes hacer, es la tarea más necesaria.

Habitualmente no suele haber voluntarios: las Misioneras se organizan con dos señoras fijas que acuden a ayudarlas y con algunos de los comensales que ayudan a servir la mesa y luego se quedan a recoger y dejan todo limpio y fregado.

El comedor está abierto todos los días de la semana excepto los jueves. Se sirven dos turnos de comida.

A las 15 horas se comienza a recibir a los asistentes. Antes del primer turno se reza el Santo Rosario dirigido por una de las Misioneras. Es un Rosario especial, a mi me resultaba muy ecuménico, pienso que cada uno reza a su manera, a quien cree y en su idioma, impresiona el recogimiento general. A continuación se sirve el almuerzo. Terminado el primer turno se recoge rápidamente para recibir al segundo. Antes de esta comida una de las Misioneras lee el Evangelio del día y hace un breve comentario. Antes de las 18 está todo recogido. Las Misioneras rezan a las 18.30.

Los domingos, en lugar de por el rezo del Rosario, la comida es precedida por la celebración de la Santa Misa, a las 15 horas (a diario se celebra a las 7.30).


ALOJAMIENTO:

Las Misioneras tienen poco sitio para acoger voluntarios, si hay pocas mujeres acogidas las chicas pueden quedarse con ellas, pero si existen otras posibilidades de alojamiento las Misioneras lo prefieren, en cualquier caso lo mejor es hablar directamente con ellas.


RECOMENDACIÓN:

Aunque a priori pueda resultar extraño, o al menos original, elegir Holanda para ayudar a los demás, en Amsterdam comprobarás que gente necesitada de cariño y atención hay en todas partes. Quizá si buscas una experiencia de voluntariado en la que quieras dedicar a las Misioneras todo el día, Amsterdam no sea el lugar adecuado. Pero desde luego si vas allí, aunque sea de visita un fin de semana, recomiendo que te acerques a Egelantierstraat y dediques un par de horas a conocer a las Misioneras, creo que merece la pena: así de Amsterdam seguro que te llevarás la paz, la alegría y el recuerdo de la incomparable acogida que siempre se recibe en Casa de las Misioneras.

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