La
sociedad occidental está alcanzando unas altas cotas de bienestar
y desarrollo. Es notorio el alto nivel de vida y las magníficas
condiciones de sanidad, higiene y alimentación de las que gozan
sus ciudadanos. Pero también, todo este crecimiento, está
llevando emparejado un aumento de las diferencias y el mayor distanciamiento
con aquellos que se encuentran en los sectores más marginados
de la sociedad. Pero aún entre estos desfavorecidos, hay un grupo
de individuos que padecen, además de esa pobreza material una
pobreza afectiva, siendo señalados por los demás como
en su día lo fueron los apestados, como unos infectados de los
que hay que estar lo más lejos posible. Son los leprosos de este
siglo, aquellos que, por su condición de portadores del virus
VIH, sufren la exclusión social, cargando con los degradados
motivos por los cuales recibieron la enfermedad (drogadicción,
homosexualidad,...). Por eso la Beata Teresa vio en ellos a los ”pobres
entre los pobres” y quiso que las misioneras los cuidasen como
al mismo Jesús.El primer paso es decir al portero de turno, que
es uno de los viejecitos acogido, que vienes a colaborar, le preguntas
por la Hermana encargada y le cuentas tus deseos. Es probable que en
esos momentos no esté y que el voluntario de tumo os enganche
y te pida que le ayudes. Si algún día uno lleva a un amigo
de visita, seguro que solo asomarse y entrar por la puerta y al momento
ya le endosan una bata y le ponen a cargar a un inválido hacia
su cama, o a cambiar los pañales a un enfermo.
Dormir
con los Enfermos:
En
la Casa de Madrid se hacen turnos entre los voluntarios, para quedarse,
de dos en dos, a dormir, una noche a la semana con los enfermos, por
si necesitaran alguna ayuda o surgiera algún problema. Como es
algo de mayor responsabilidad y dificultad se escogen a colaboradores
con experiencia, por lo menos a uno de los dos.
Horarios:
de 20:00- 20:30hs a 06:00-08:00 de la mañana.
Una vez a la semana, o una vez cada quince días; ya que hay voluntarios
que se turnan entre ellos, para ir un día a la semana dos semanas
al mes. Depende de la disponibilidad de cada uno.A las 08:00 hs se celebra
Misa en la Casa, por lo que algunos voluntarios se quedan hasta el término
de la misma. Pero el horario de salida es libre, dependiendo de la hora
que mejor convenga al voluntario, según su situación laboral
o personal.
Precauciones:
Es
conveniente vacunarse contra la Hepatitis C y no tener ninguna enfermedad
contagiosa. Si tienes gripe o algún virus parecido, es mejor
que no hagas en esos días tu turno, llamas a las Hermanas y ellas
buscan a alguien para reemplazar tu ausencia; ya que son enfermos con
las defensas muy bajas.
A
nivel higiénico: Ponerse guantes de latex y una bata blanca.
Es mejor no comer nada con sus cubiertos ni en sus platos y nada más.
En qué consiste: La principal actividad con los enfermos es
estar con ellos, darles compañía, cariño y ayudarles
en lo que necesiten. Hay que levantarlos de la cama, a algunos cambiarles
los pañales y las bolsas de orina, vestirles y asearles. Hay
que hacer los desayunos, comidas y cenas y servírselos (también
la merienda). Recoger y lavar los utensilios y limpiar la casa en general.
Ah y las lavadoras y tender. Osea, que toda ayuda es poca.
Los colaboradores nocturnos suelen charlar con ellos un poquito antes
de que se acuesten, si llegas antes de las 20:00, darles la cena y prepararles
para dormir; y con una enorme sonrisa desearles las “Buenas noches”.Por
la noche normalmente no hay ningún problema, y si tienes tiempo,
por la mañana puedes quedarte a ducharlos, darles el desayuno
y vestirlos. Pero no es obligatorio. Depende también si vas entre
semana o los fines de semana. El trabajo varía los Sábados
y Domingos por la mañana, con respecto a los días laborables,
en los que normalmente tenemos que salir corriendo a trabajar.
Si necesitas más información:
Llama a la Casa y pregúntale a la Hermana Superiora Cómo
ayudar. |
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