¿Cómo ayudar en Kenia? | |
Dirección: Missionaries Of Charity (Nairobi-Otiende) P.O Box 27698 Otiende, Langata Nairobi-00506 Tel 0254-603336 (Llamar antes de ir) Las Misioneras de la Caridad tienen varias casas en Kenia, cuatro en Nairobi (Huruma, Kasarani, Otiende y la cuarta es para su rama contemplativas) y otra en Maralal (al norte del país). De estas conocimos las tres primeras. En Huruma atienden a ancianos y a niños y niñas abandonados, de los cuales, algunos tienen distintos tipos de discapacidades físicas y/o psíquicas. Estos últimos, cuando llegan en torno a los 15 años son enviados, si son chicos a Kasarani y si son chicas a Otiende. Las hermanas, según nos contaron, derivan a los voluntarios a la casa de Otiende ya que es el sitio más seguro. Huruma es un barrio alejado del centro, de difícil acceso, inseguro y muy pobre. No obstante, no tienen ningún problema en llevarte a conocer las otras casas. También es muy recomendable ir con ellas un domingo a misa a Kibera donde tienen una iglesia y un colegio para niños pequeños.
Missionaries Of
Charity (Nairobi-Otiende) El verano de 2007 estuvimos en el Hogar de Nairobi-Otiende. Allí las hermanas atienden a chicas con parálisis cerebral y diversas discapacidades psíquicas. Hay entorno a 45. La mayor parte de ellas no pueden andar, están en sillas de ruedas y necesitan ser alimentadas. Muchas comprenden cuando se le habla (en swahili- con ayuda de las trabajadoras o de las candidatas a Misionera de la Caridad- o en inglés), pero aunque entiendan, la mayoría no puede hablar o habla con mucha dificultad. Pero no os preocupéis, sus gestos son los suficientemente elocuentes como para que se les pueda entender. Otras, las menos, son bastante autónomas, caminan, hablan, comen solas, incluso colaboran con las trabajadoras en pequeñas labores como doblar sábanas, pero tienen algún tipo de retraso mental y necesitan, al igual que las demás, estímulos, que las hagan caso, que las cojan de la mano y les presten atención. Lleva un tiempo que ellas confíen en vosotros y vosotros en ellas, que os consigáis comprender, interactuar, pero merece la pena. Poco a poco, las conoceréis, y sabréis que por ejemplo a Susan le encanta cantar, que Jane dibuja fenomenal, que Agnes quiere que le ayudes a comer sola, que Karen le encanta llevar las uñas pintadas, que a Siru le chifla la música … Las chicas están muy cuidadas, atendidas y queridas. Las hermanas están siempre pendientes y cuentan con trabajadoras para la limpieza de las habitaciones, lavado de ropa, cocina, y por su puesto, la atención de las niñas. Llegábamos en torno a las 9 de la mañana, y sin perjuicio de colaborar con el trabajo “diario” de la casa y darlas de comer, lo que hacíamos fundamentalmente era estar con ellas. Las sacábamos al patio, les encanta tomar el sol, cantábamos (si tocáis un instrumento será fantástico) y bailábamos para ellas, les pintábamos las uñas, hacíamos pompas de jabón, les hacíamos figuras con globos, y de vez en cuando les dábamos gominolas. En resumen, jugábamos con ellas, he intentábamos que el tiempo que estuviéramos juntas se lo pasaran lo mejor posible. Además nos dejaron decorar las habitaciones con dibujos infantiles, y también hicimos una pequeña ficha de cada niña, con su foto, su nombre y los datos más representativos de cada una de ellas, pero que sería necesario mejorar y ampliar. Hay muchas niñas que necesitarían el trabajo de algún fisioterapeuta por lo que se podría incluir algún tipo de ejercicio que se pudiera hacer con ellas.
Nombre oficial:
República de Kenia La capital de Kenia es una ciudad muy animada aunque no especialmente bonita. Por desgracia tiene mala fama debido a su inseguridad (la llaman Nairobbery –Nairobo-). Nunca tuvimos ningún percance y eso que bajábamos a Nairobi frecuentemente. El matatu número 15, que para a 10 metros de la Guest House, te lleva al centro. De hecho el centro es una especie de hervidero de gente, pero la gente no vive allí por lo que por las tardes, cuando salen de trabajo, se agolpan para tomar el matatu que les lleve de vuelta a casa.
PRIMROSE
GUEST HOUSE Para llegar hasta allí desde el aeropuerto, lo mejor es ir en taxi con alguien de confianza. A continuación os damos el nombre de taxista que nos llevó, conoce donde se encuentra la casa y la encargada de la Guest House le conoce a él. Taxista
(David)
Os mostramos uno de los correos que una de nosotras escribió desde allí para que veáis nuestras sensaciones:
Es imposible no impresionarte cuando entras por primera vez en el hogar, y piensas prácticamente que solo son cuerpos deformes, con los ojos que miran de un lado a otro y que no puedes acceder a ellas. No os podéis imaginar como hemos llegado a ellas y ellas a nosotros. Aunque la mayoría solo mueven sus ojos, su expresión lo dice todo, su mirada indica que quiere salir al patio, que le duele alguna parte de su cuerpo, si hay algo de la comida que no le gusta, si te quieren, si se ponen tristes porque te vas hasta el día siguiente, y lo mas bonito: el recibimiento, sus ojos se transforman en sonrisa, y las que pueden hablar pegan unos gritos de alegría que ten llegan muy adentro. Cada niña tiene una vida a cada cual mas dura como por ejemplo Ágatha, a la que llamamos la viejita pero la superiora nos ha dicho que tiene 27 anos. Esta niña quedo huérfana muy pequeña, y su tía se encargo de cuidarla, lo único que hacía era ir a la casa dejarle la comida en un plato en el suelo, y cerrar con llave la puerta. Así paso muchos años de su vida, sola en una casa como si fuera un animal. Alguien por fin se enteró y se lo contó a las hermanas. Ahora vive feliz en el hogar, su mayor ilusión es estar agarrada a alguien, como si no quisiera estar nunca más sola, y sentir el sol en su cuerpo. Ágata no llega a medir un metro, jorobada y como un monito, pero te enamoras de ella como de todas. Betti es enana, no mueve de cintura hacia abajo, con cuerpo atrofiado y una cabeza gigante. Todas estamos enamoradas de ella. Casi todos los días tiene dolores tremendos a la altura del estomago, pero siempre se sonríe y te pregunta que tal estas, pide mil veces perdón porque no te quiere molestar cuando necesita que la cambies de sillas de ruedas para ver si se siente mas cómoda. Hay veces que no puedo evitar emocionarme con situaciones tan duras y tristes, pero estamos teniendo la gran suerte de poder estar aquí y disfrutar de ellas, de que rían con nosotras, de que nos elijan para que les demos la comida...Han disfrutado mucho con las canciones y los bailes, (nos os imagináis que coreografías), con las golosinas que les llevábamos para después de la comida, con el salón de estética pintándole las unas, las pompas de jabón intentando explotarlas ya que casi ninguna puede soplar, haciendo animales y sombreros con globos, y un recuerdo grabado en la paredes, sus tres habitaciones pintadas con peces, elefantes, flores, mariposas... Cada día
queremos estar mas tiempo con ellas y el tiempo se nos hace mas corto.
Después de las niñas, lo mejor de aquí es poder
compartir con las hermanas un trocito de sus vidas. Ayer pasamos toda
la tarde juntas, nos fuimos con ellas en una minifurgoneta de 8 personas
visitando otros centros que tienen en Nairobi, y la casa de las hermanitas
de los Pobres en Nairobi a la que teníamos muchas ganas de ir.
En la furgoneta de 8 nos metimos nosotras 4 mas 11 monjas con un montón
de paquetes, la maleta de un sacerdote al que recogimos por el camino...No
paramos de reirnos con ellas, pero como se puede ser tan feliz llevando
vidas tan duras, y privándose de tantas cosas...Al final Ana
termino sacando la guitarra y nos pasamos las dos horas de vuelta cantando
con ellas. Ellas al final del viaje nos decían, como mas se disfruta
es de las cosas pequeñas y de estos momentos. Nos dieron las |