La Madre Teresa de Calcuta (1910-1997)

 

Francisco García de Roca nos hace un breve resumen de su extensa y siempre interesante Biografia:

"Pero si no habláramos de la creadora de esta congregación podría quedar un claro vacío, ya que fue y sigue siendo el ejemplo y la referencia en el diario transcurrir de las Misioneras de la Caridad, por ello es por lo que se intentarán dar unas pinceladas de la fructífera vida de esta mujer que nació el 27 de Agosto de 1910 en Skopje, una ciudad que pertenecía a Albania y hoy lo es de la Federación Yugoslava.
Recibió el nombre de Agnes, que en castellano es Inés, siendo la hija menor de una familia de tres niñas y un niño. Sólo tenía doce años cundo sintió por primera vez el deseo de consagrar su vida como religiosa. Seis años más tarde decidió dejar su casa parra entrar en las Hermanas de Nuestra Señora de Loreto, en Irlanda. En 1929 es enviada a la india donde ingresa en el noviciado y estudiar magisterio.

Tuvo la inspiración de tomar el nombre de Santa Thérèse de Lisieux en la vid religiosa pero otra hermana ya había tomado el nombre de Marie Thérèse, entonces decidió adoptar el nombre español, Teresa. Hay una graciosa anécdota al respecto del padre Edward Le Joly, que corrigió a la Madre diciéndole: “no es usted pequeña. No es Teresita, que se llamaba a sí misma juguete del Señor. No es esa santita delicada y tierna que todo lo hizo sin salir de su convento. Usted es la Madre Teresa, que ha seguido las huellas de la gran santa española, siempre dispuesta a emprender nuevas fundaciones. Para las misioneras de la caridad usted es Mother; para nosotros los sacerdotes, es usted la Madre: una mujer con voluntad de hierro, dinámica y práctica...”. Ya en un retiro impartido en Madrid por un padre misionero de la caridad norteamericano nos dijo que la primera Madre Teresa era de una cercana ciudad, de Ávila.
Al finalizar el noviciado, fue llamada a enseñar en un convento del Loreto en un suburbio de Calcuta. Se quedaría allí durante diecisiete felices años enseñando historia y geografía.

El 10 de septiembre de 1946, en el tren hacia Darjeelling camino de su retiro anual, la Madre oyó un mandato interior de renunciar al Loreto para ir a servir a los pobres en las calles. Este acontecimiento se recuerda como el DÍA DE LA INSPIRACIÓN.

Durante casi dos años la madre esperó el permiso de la Iglesia para vivir fuera del convento.

En agosto de 1948, fiándose únicamente de la ayuda de Dios, la Madre dejó la seguridad del Loreto para seguir la llamada de servir a los más pobres de entre los pobres, y vivir en medio de ellos.

Realiza un curso de enfermería y abriendo una escuela de higiene para niños de la calle. El 7 de octubre de 1950, funda en Calcuta las Misioneras de la Caridad, consiguiendo la aprobación el 1 de febrero de 1965, bajo el pontificado de Pablo VI. A partir de entonces la Congregación se extiende por la India y Venezuela y por los cinco continentes.

El mismo Papa aprueba la “Asociación de Colaboradores de las Misioneras de la Caridad”, el 26 de marzo de 1969, que pertenece a la Congregación pero con estatutos propios.

Son muchos los galardones y premios que ha recibido, de los que destaca el Premio Nóbel de la Paz de 1979, la Orden de Loto, el premio Juan XXIII, el premio Pandit Nehru, el premio Buen Samaritano, el premio Allart Shweitzen de la FAO y muchos otros premios e incluso doctorados “honoris causa”.

Murió en olor de Santidad el 5 de Septiembre de 1997.

Está abierto por gracia especial del Papa Juan Pablo II el proceso de beatificación sin esperar los cinco años que obliga el Derecho Canónico, y todos esperan que su elevación a los altares sea inmediato, en torno a la primavera del 2002.

Visitó por primera vez España en 1976, pero esta casa, el Hogar del Inmaculado Corazón de Jesús, no se abrió hasta el 21 de junio de 1980.
Actualmente las hermanas han colocado en esta capilla una escultura que representa a la Madre Teresa en tamaño natural, y que es similar a la que se encuentra en Calcuta, obras de la escultura Carmen Arrúz, que colabora también con las hermanas. Da a esta capilla un encanto especial que ayuda a la meditación y al acercamiento espiritual de estas mujeres.

Dejó numerosas cartas y discursos. Valga una muestra con las palabras pronunciadas por la Madre Teresa el 6 de agosto de 1976, en el Congreso Eucarístico Internacional sobre Libertad y Justicia en Filadelfia:
"Con profunda gratitud, en su nombre, en nombre de los inválidos y de los indeseados, en nombre de los moribundos y de los hambrientos, de los leprosos y de los alcohólicos, en nombre de todos estos y mío, en nombre de mis Hermanas y Hermanos, os doy las gracias por el amor y generosidad que habéis demostrado a lo largo de todos estos años.

Una cosa os pido: nunca tengáis temor de dar, pero no deis de lo que os sobra. Dad hasta que os cueste. Jesús se sintió herido al amaros a vosotros y amarme a mí.

Hay una alegría profunda en el dar, porque es mucho más lo que recibimos que lo que damos.

Lo mismo ocurre en la Eucaristía.

Nosotros recibimos a Jesús mismo en el pan, que es pan de vida. Y nos ofrece la hermosa oportunidad de devolverle lo que nos da. Jamás volváis la espalda a los pobres, porque al volver vuestra espalda a los pobres, la volvéis a Cristo Jesús."